El proyecto se desarrolla en comunas del filo costero de la Parroquia Manglaralto, en el cantón Santa Elena. Estas poblaciones tienen alto nivel de riesgo para amenazas como: sismos, tsunamis, oleajes y lluvias intensas entre otras de menor intensidad.
El objetivo es construir comunidades resilientes y con capacidades de adaptación al cambio climático. Con la ejecución de tres acciones: Fortalecimiento de Comités Comunitarios de Gestión de Riesgos, Guardaplayas y Rincones del mar, de forma independiente pero interrelacionadas estos tres componentes abordan la preparación, gestión y respuesta al riesgo, prepara a las comunidades para conocer las amenazas y sensibiliza al público sobre el mar y la necesidad de conservar las costas.
En colaboración con las oficinas zonal y provincial del servicio de gestión de riesgos del país y apoyados por el GAD Parroquial de Manglaralto, se conformó 7 comités comunitarios de gestión de riesgos quienes han sido capacitados en habilidades de respuestas y de planificación para su adecuado funcionamiento.
Como parte de la estrategia de fortalecimiento se han generado hasta el momento dos encuentros en los que han participado todos los comités, con la finalidad de compartir experiencias y consolidarse como agentes de gestión de riesgo en sus comunidades.
Los guardaplayas, son un grupo que se deriva de los comités comunitarios de gestión de riesgo y se concentran en realizar monitoreo de características físicas y de anidación y eclosión de tortugas marinas. Estos grupos son capacitados en el método de características litorales (LEO), y en el uso de una plataforma que ha sido generada para que los datos tomados puedan ser subidos y en su momento ser compartidos con varios usuarios como son autoridades locales o público en general.
Y finalmente, el componente de sensibilización y educación no formal que se realiza por medio de “los rincones del mar”. Estos espacios fueron creados debido a que en las zonas en que se trabaja no existe información específica sobre el mar, sus costas, sus problemas y riesgos. Con estos espacios se pretende facilitar el involucramiento de niños y jóvenes en actividades lúdicas que se ejecutarán una vez que estén capacitados los voluntarios locales. Además, se han ejecutado talleres, controlados bajo normas de bioseguridad, en los que: se identificó el nivel y tipo de actividad que tienen los comités de gestión de riesgo, el nivel de relación con las instituciones del sistema de gestión de riesgo. Con el apoyo de ONG se elaboró mapas de riesgos, mapas de evacuación y mapas comunitarios. Mediante el trabajo con la junta parroquial y las comunas, se mejoró las relaciones entre servicios de riesgos y cabildos de las comunas reforzando la gobernanza en el territorio. En conclusión, el proyecto permite que los habitantes estén abiertos a posibles proyectos futuros para mejorar su respuesta ante las posibles amenazas y constituirse en comunidades seguras y resilientes ante las amenazas actuales y futuras que deberán abordar cuando los escenarios que se prevén por el cambio climático afecten a sus comunidades.